Qué es el consumo responsable
Cada vez somos más conscientes de que los recursos se van acabando, el aire está más contaminado cada día, vivimos con muchos problemas de salud a consecuencia de un ritmo desenfrenado y hábitos de consumo perjudiciales e insostenibles. Para mejorar todos estos parámetros debemos de consumir de forma más responsable.
El consumo responsable se basa en las conocidas como 3 erres: reducir, reutilizar y reciclar. Es decir:
- Intentar reducir los residuos que producimos al consumir
- Reutilizar y reparar los distintos objetos de nuestra vida cotidiana para alargar su vida.
- Reciclarlos cuando ya no sirvan para nada.
Este tipo de consumo se basa en tener en cuenta el impacto medioambiental de los productos que compramos y consumimos en todos sus procesos: desde la producción, distribución, venta y residuos, valorar la huella ecológica que provocamos y conocer qué proveedores respetas los derechos humanos y medio ambiente en sus procesos.
La preocupación por la capacidad del mundo de soportar nuestro ritmo de producción y consumo es cada vez mayor entre todas las personas. Por lo tanto, son cada vez más las marcas y consumidores que procuran ser más sostenibles y responsables.
5 hábitos para implementar de consumo responsable
Llevar a cabo un consumo responsable se trata de incorporar ciertos hábitos y vivir, promoviendo actitudes a favor de la conservación del medio ambiente, igualdad social y consumo de necesidades reales. A continuación, os dejamos una serie de hábitos que podéis implementar en vuestra rutina diaria.
1. Disminuye los residuos
Uno de los aspectos más importantes para llevar a cabo un consumo responsable es reducir considerablemente los residuos que tiramos. Existen muchos productos de usar y tirar destinados a agilizar y hacer más productivo nuestro día a día, pero este tipo de cosas pueden ser reutilizables para ser más sostenibles.
- Por ejemplo, los vasos y platos de la celebración de un evento. Puedes evitar los de plástico por los que puedas lavar y luego reutilizar. En caso de ser una situación que lo requiera, puedes emplear de materiales más ecológicos como el cartón.
- También puedes evitar los productos que vienen demasiado envueltos. Esto se suele ver mucho a la hora de comprar fruta y verdura u otros empaquetados. Intenta consumir más productos a granel.
- Lleva contigo siempre bolsas reutilizables para evitar las de plástico que te dan en los establecimientos y si tienes que coger un par de ellas de forma excepcional, asegúrate de reutilizarla varias veces tras su uso.
2. Ahorra energía
Existen diferentes métodos de ahorro de energía que pueden suponer un antes y un después en nuestro consumo responsable.
Algunos consejos más generales pueden ser apagar los electrodomésticos cuando no los estemos utilizando, apagar luces de los espacios en los que no estemos y utilizar luces más tenues dependiendo de la actividad que realicemos.
Invertir en bombillas de bajo consumo y gestionar eficazmente el empleo de la electricidad y del consumo del agua. Cerrar grifos, duchas más cortas y poner dosificadores en los grifos Otro aspecto muy relevante en el ahorro de energía es con relación al gas, a la temperatura y métodos de calefacción o refrigeración.
Juega con los medios naturales como el sol, las sombras, el fresco de la mañana y el calor durante el día para mantener el calor y frío de manera natural y no tener que abusar de métodos artificiales que consumen mucha energía.
3. Reduce el consumo en alimentación
Para llevar a cabo un consumo más responsable no podemos olvidarnos del ahorro en alimentación y no desperdiciar comida.
- Hacer una lista con todo lo que necesitamos y ceñirnos a ella cuando vamos a la compra, no solo nos evitará tener gastos hormiga sino que seremos más sostenibles.
- Evitar compras compulsivas provocará que consumamos todos los productos y alimentos que hemos comprado sin tener que tirar nada porque caduque o alcance un mal estado.
- También podemos probar a comprar de forma más local en tiendas de nuestro barrio. De este modo no solo tendremos una actitud más sostenible sino que ayudaremos a fomentar el comercio y desarrollo local.
Consumiendo de forma local, ecológica y de km 0 también fomentará nuestro buen estado de salud, ya que los procesados y alimentos envasados pueden llegar a ser muy perjudiciales y mucho más caros debido a sus métodos de producción, contaminación por el transporte y elementos incluidos en estos como los pesticidas.