¿Qué ha pasado con las libretas de ahorro?
Hace unos años era muy habitual tener una libreta de ahorros o cartilla en la que se iban registrando todos los movimientos que el cliente realizaba. Además de registrar los movimientos que se hacía o la rentabilidad que el producto ofrecía, esta cartilla también permitía retirar e ingresar dinero o acceder a la cuenta desde un cajero automático.
Posteriormente, se decidió entregar cartillas para las cuentas corrientes, que se pueden actualizar y consultar en cajeros automáticos. Sin embargo, aunque todavía hay gente mayor que las utilizan, las libretas o cartillas de ahorro están desapareciendo poco a poco debido al auge de las tecnologías, con son las apps de las entidades bancarias, la banca online, los wallets y las propias tarjetas.
Diferencias entre una cuenta de ahorros y una cuenta corriente
Como conclusión de los apartados anteriores, podemos señalar que se trata de dos productos muy similares, pero que tienen pequeñas diferencias:
- El objetivo de la cuenta corriente es el de efectuar transacciones diarias, mientras que el de la cuenta de ahorro es el de generar un ahorro a largo plazo.
- La cuenta de ahorro ofrece una pequeña rentabilidad, que hace que la cantidad de dinero aumente aunque no se hagan ingresos, mientras que la cuenta corriente, deja el dinero fijo si no se realizan movimientos.
- Con una cuenta corriente hay más facilidad para la realización de transacciones diarias, con más métodos y sin límite de movimientos.
- Generalmente, las cuentas corrientes tienen más costes en lo que se refiere a comisiones por mantenimiento, apertura… y te ponen unas condiciones de usos de tarjetas.
¿Qué producto escoger?
Por las características de cada producto, podemos decir que ambos son compatibles, es decir, que podemos contar con los dos a la vez.
Las cuentas corrientes son una muy buena opción para poder disponer de nuestro dinero en el día a día y llevar a cabo nuestros pagos y transacciones habituales.
Las cuentas de ahorro nos pueden ayudar a obtener una rentabilidad a largo plazo, para conseguir de manera más sencilla un buen colchón financiero.
En caso de tener ambos productos, si los contratas con la misma entidad financiera, podrás tenerlos asociados, lo que te permitirá un mejor control de todo tu capital. Pero si prefieres diversificar o has encontrado los mejores productos en entidades distintas, puedes contratarlos donde más te convenga.