Depósito bancario ¿Es una buena opción para ahorrar?

Depósito bancario, ¿buena opción para ahorrar?

Quizás tengas una cantidad de dinero ahorrada que quieras conservar a buen recaudo e, incluso, sacarle algo más de rentabilidad. El depósito bancario es una opción a valorar, pero para poder tomar una decisión sensata, lo mejor es saber en qué consiste este producto, especialmente todas sus ventajas.

A grandes rasgos, y como su propio nombre indica, el depósito bancario implica depositar tu dinero en el banco durante un tiempo, con el fin de resguardarlo y rentabilizarlo. Ahora bien, cada entidad va a establecer el importe con el que se puede abrir uno de estos depósitos y, a partir de ahí, lo que tú quieras introducir dependerá de lo que tengas ahorrado y del tiempo que puedas tenerlo bloqueado.

Sigue leyendo para conocer más sobre estos productos financieros.

¿Qué es un depósito bancario?

Un depósito bancario es un producto de ahorro que ofrecen las entidades bancarias. Este implica que el banco bloquee la cantidad de dinero, que tú elijas y durante un periodo de tiempo determinado, a cambio de rentabilizar ese dinero.

Para recuperar la cuantía introducida en el depósito bancario hay que esperar a que finalice el plazo que firmaste con el banco para que este paralizase tu dinero. Dicho tiempo se le conoce como plazo del depósito. Además, la frecuencia con la que cobrarás los intereses generados va a depender de las condiciones acordadas.

Lo más habitual es que la entidad realice una transferencia a la cuenta asociada al depósito cuando acabe el plazo establecido. Pero también puede hacer las transferencias de manera periódica (mensual, trimestral, por semestre o anual).

Tipos de depósitos bancarios

Aunque existan muchos productos financieros que en su nombre incluyan la palabra “depósito”, la realidad es que hay 5 tipos de depósitos bancarios avalados por el Fondo de Garantía de Depósitos. Estos son:

Depósito bancario a plazo fijo

El depósito a plazo fijo aporta unos ingresos que varían dependiendo del periodo de tiempo en que el dinero se mantenga depositado. Su remuneración fija queda establecida cuando se contrata, por lo que este tipo de producto es el preferido de los ahorradores más conservadores.

Una cuestión fundamental a tener muy presente es que el capital depositado al inicio del acuerdo debe ser retirado cuando venza el plazo establecido. Si no se hiciese esto, el depósito podría renovarse de manera automática por otro periodo igual al que se firmó, quedando el dinero congelado durante ese plazo.

El capital en este depósito bancario está garantizado totalmente, tanto por la entidad bancaria, la cual se compromete a devolverlo cuando venza el contrato, así como el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), el cual se encargaría de responder si el banco entrase en quiebra.

Es importante que cualquier persona que contrate este producto se informe bien y tenga muy presente su política de cancelación. La razón es que, muchas veces, la retirada de dinero fuera del plazo acordado puede suponer una pérdida de la rentabilidad generada.

Depósitos a la vista

Los depósitos a la vista se caracterizan por su gran flexibilidad a la hora de poder retirar el dinero, ya sea parcial o total, sin ninguna penalización. Dentro de los depósitos a la vista se incluyen las cuentas de ahorro y las cuentas corrientes.

La rentabilidad de este producto financiero es bastante reducida, pero ofrece algunos beneficios, como la devolución de un pequeño porcentaje por los recibos domiciliados.

Depósitos a interés variable

Este tipo de depósito tiene la ventaja de que no se pierde el dinero depositado, pero tampoco se conoce si se obtiene algún tipo de rendimiento en caso de recuperar el dinero depositado en él.

Depósitos en divisas

Como su nombre indica, este tipo de depósito bancario opera con una divisa diferente al euro. Esto implica que su rentabilidad vaya en función del índice de referencia de la divisa escogida, por lo que está condicionada a las oscilaciones que sufran los tipos de interés de las divisas.

Depósitos bancarios estructurados

En el depósito estructurado o referenciado la rentabilidad va ligada a uno o a varios activos subyacentes. Por esa razón es impredecible y no se puede saber cuántos intereses cobrará el cliente, ya que su rendimiento está asociado a la evolución de un índice o referencia variable, sea bursátil o no.

Tras la entrada en vigor de la normativa MiFID II, este tipo de depósitos es considerado como un producto complejo.

Ventajas de los depósitos bancarios

Conociendo las ventajas que pueden ofrecer los depósitos bancarios va a ser más fácil determinar, en cada caso, si estos son una buena forma para ahorrar o no.

Los puntos fuertes de estos productos son:

Productos bancarios fáciles de comprender

Se podría decir que los depósitos son uno de los productos de ahorro más sencillos de entender y transparentes.

Su funcionamiento es muy simple (por lo menos en los de plazo fijo) y no es necesario tener conocimientos financieros para contratarlos.

Contratación simple

A diferencia de otro tipo de productos ofrecidos por las entidades financieras, la contratación de un depósito bancario no requiere de un gran papeleo ni de la realización de tests de idoneidad.

Además, este es el producto de ahorro más extendido. Todas las entidades financieras lo ofrecen, por ello, es la opción más cómoda para invertir tus ahorros.

Rentabilidad disponible de antemano

En la mayoría de depósitos vas a poder saber el beneficio que podrás obtener antes de la inversión.

Eso sí, es importante tener en cuenta lo que se va a recibir entre nominal y real, que es cuando se restan los impuestos a los beneficios conseguidos.

Flexibilidad en los plazos a elegir

El rango temporal con el que trabajan los depósitos bancarios es muy amplio.

Aunque los plazos más habituales son entre 9 meses y 24 meses, un cliente puede contratar el depósito a tres meses, pero también a 5 años.

¿Es mejor un depósito bancario a corto o largo plazo?

A la hora de aventurarte a contratar este producto, la principal pregunta que deberías hacerte es: “¿Cuánto tiempo puedo estar sin tocar ese dinero?”

La respuesta va a determinar si es mejor decantarte por un plazo corto o uno largo, ya que los planes que tengas para invertir ese dinero y cuánto puedes prescindir de él son lo más fundamental.

Es cierto que cuanto más largo sea el plazo pactado, generalmente mayor rentabilidad podrás sacarle al producto. Sin embargo, un plazo de tiempo demasiado largo también puede ser perjudicial.

La recomendación suele ser escoger un depósito bancario con plazo máximo a 3 años. Esto es así porque los tipos de interés que determina el Banco Central Europeo pueden cambiar en ese tiempo y las rentabilidades del depósito pueden subir.

Si eso sucediera y tuvieses un plazo fijo más largo, no te podrías aprovechar de esa subida de los tipos de interés. Debido a ello, lo mejor es elegir un plazo máximo de tres años para observar cómo avanza la situación económica y después, renovar en caso de que sea necesario.

¿Cuál es el nivel de riesgo de los depósitos bancarios?

El nivel de riesgo o semáforo de riesgo de los productos financieros es una herramienta de seguridad que emplean las entidades bancarias para que los inversores conozcan los peligros que conllevan algunos productos antes de su contratación. A la hora de elaborar esta clasificación se tienen en cuenta criterios como los intereses TIN y TAE que paga cada oferta.

El nivel de riesgo se mide en una escala numérica que va del 1 al 6, de manera que aquellos productos marcados como 1/6 serán los más seguros, mientras que los de 6/6 son los que más riesgo conllevarían.


  • Pues bien, los depósitos bancarios a plazo fijo están catalogados con un nivel de riesgo 1/6, puesto que suponen un peligro mínimo para los clientes.
  • Los productos 2/6 serían aquellos con el 100% del capital garantizado y con un plazo menor a 3 años.
  • Ejemplo de productos 3/6 serían los activos con un compromiso de devolución del 100% y un plazo de entre 3 y 5 años.
  • Los productos con un plazo entre 5 y 10 años tendrían un nivel de riesgo 4/6.
  • Los de más de 10 años o que garantizan solo el 90% del capital subirían a nivel 5/6.
  • Por último, aquellos activos que no aseguran una recuperación de la inversión inicial o que incluso exista la posibilidad de perder todo el capital, se incluirían en el nivel de riesgo 6/6.

Teniendo en cuenta esto, veamos algunos de los mejores depósitos bancarios del momento.

Los mejores depósitos bancarios 2024

Los depósitos bancarios a plazo fijo son la mejor alternativa cuando se quiere ahorrar y a la vez conseguir cierta rentabilidad. Ahora bien, a la hora de seleccionar entre los mejores depósitos, debes tener en cuenta:

  • El plazo de tiempo por el que te comprometerás con el banco a no tocar tus ahorros. Si lo hicieses, te podrías enfrentar a una penalización económica importante.
  • En caso de quiebra del banco, el Fondo de Garantía de Depósitos te protegerá, siempre que el límite de dinero sea de 100.000 euros por entidad y titular. Por ello, si sobrepasas dicho importe, no es recomendable que contrates el depósito con la misma entidad o a nombre de la misma persona.

De esta manera, con este tipo de producto financiero tus ahorros están garantizados y protegidos. Es decir, el depósito bancario es un lugar seguro para dejar tu dinero, por ejemplo, cuando quieres ahorrar para comprar una casa.

Dicho esto, los mejores depósitos bancarios 2024 son:

  • Myinvestor al 4% TAE a tres meses al contratar una cartera automatizada en la plataforma y con aportaciones mensuales desde 150 euros.
  • Banco Finantia al 3,60% TAE con su depósito a 12 meses.
  • EBN Banco al 3,10% TAE para todos los plazos, que van desde los tres a los 36 meses.
  • Openbank al 3,05% a doce meses y cumpliendo algunas condiciones, como la domiciliación de la nómica o tener ingresos mensuales de 600 euros.
  • TargoBank al 3% TAE para sus depósitos a 24 meses y pudiéndolo contratar desde 10.000 euros. Eso sí, hay que tener una cuenta abierta en este banco.

Por todo lo mencionado se podría concluir que sí, el depósito bancario es una buena opción para tu ahorro, siempre que se tome la decisión, habiendo analizado bien los posibles inconvenientes de bloquear ese dinero durante el tiempo pactado.

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