¿Qué es el ahorro y qué tipos hay?

qué es el ahorro

Desde que somos pequeños, el término ahorrar siempre está muy presente en nuestras vidas. Tienes que conseguir dinero para tus caprichos, para tus estudios, para el futuro… Las metas pueden ser muchas, pero al ser un término muy común muy pocas veces nos paramos a pensar qué significa realmente ahorrar y cuántas maneras hay.

Por ello, en este artículo vamos a explicarte qué es el ahorro y cuántos tipos hay, con el objetivo de ayudarte en tu economía personal.

¿Qué es el ahorro?

La definición de ahorro sería aquella diferencia entre gastos e ingresos, personales o empresariales, que no se reserva para necesidades o gastos del futuro. Este dinero no tiene como objetivo la adquisición o pago de un producto o servicio, sino que se guarda. También puede conocerse como superávit cuando tus ingresos superan a tus gastos.

Ahorrar es esencial a nivel personal o, en caso de ser empresario, de negocios, ya que ese dinero tiene que formar parte de tu planificación financiera y puede servir para emergencias futuras. Para crear el hábito de ahorrar y fomentarlo, tienes que tener en cuenta dos aspectos clave: tus ingresos tienen que ser mayores que tus gastos y tienes que tener un objetivo para ese dinero.

Dependiendo de la persona que realice el ahorro o de los objetivos que tengamos con ese dinero, hay diferentes tipos de ahorro como los que veremos a continuación.

Tipos de ahorro

Se pueden distinguir muchos tipos de ahorro, dependiendo de la finalidad, de la persona que lo lleve a cabo, del lugar en el que ahorres, etc. Históricamente, la primera sociedad de ahorro y préstamo surgió en el siglo XV, lo que llevó a las Revoluciones Burguesas y posteriormente el nacimiento de los bancos.

La acumulación de capital fue un hecho fundamental para la constitución del capitalismo y del sistema económico como lo conocemos ahora. Entre los tipos de ahorro que vamos a definir veremos: el ahorro financiero, ahorro macroeconómico, privado o público.

Ahorro público

Es el ahorro que lleva a cabo el Estado, de forma directa o a través de otros organismos y entidades públicas. Se trata de la diferencia que haya entre sus ingresos, ya sea a través de comercio internacional, recaudación de impuestos y otras actividades, con los gastos.

Si el Estado ahorra es porque tiene cubierta todas las necesidades básicas de la población en cuanto a funcionamiento y asistencia y en ese caso tendríamos una situación de superávit. Si hablamos de deuda de un país, o sea, el caso contrario, estaríamos en una situación de déficit.

Ahorro privado

Podemos también llamarlos ahorros personales, ahorros familiares o de empresa, ya que son los que efectuamos a título privado y personal, ya sea en nuestra vida cotidiana o en nuestro negocio.

Se generan unos ingresos procedentes de nuestra actividad laboral, ya sea a nivel empresarial o familiar, con nuestro sueldo. También hay unos gastos fijos, como pueden ser impuestos, facturas, préstamos o comida.

Si una vez que restas a tus ganancias todos los gastos, el balance sigue siendo positivo, ese será tu ahorro privado.

Ahorro financiero

El ahorro financiero es el que se refiere a la actividad de adquirir activos o pasivos financieros con el objetivo de obtener beneficio y poder ahorrarlo. Por ejemplo, la compra de bonos, títulos, depósitos o certificados.

Este tipo de activos son facilitados por entidades financieras o gobiernos.

Ahorro macroeconómico

Se refiere a la capacidad de ahorro de un país, región o ciudad. Básicamente, el ahorro macroeconómico es la diferencia entre los ingresos y el consumo de una economía.

Gracias a este tipo de ahorro se puede evaluar y saber qué nivel de ahorro tiene un territorio y así hacer un diagnóstico de su economía.

Tipo de ahorro según el objetivo

También podemos clasificar los ahorros en función del objetivo para el que estemos guardando ese dinero. Estos objetivos pueden ser aplicados tanto para ahorros privados o personales como para el dinero de las instituciones públicas.

En función del objetivo que tengamos, los ahorros los podemos dividir también en:

  • Ahorros de emergencia: Aquella parte de nuestro dinero que guardamos para casos de necesidad. Tendría que ser un dinero con el que no debemos contar. Además, debería ser una cantidad suficiente para cubrir nuestros gastos durante un periodo de tiempo aproximado entre 3 y 6 meses en el que no haya ingresos.
  • Ahorros para los hijos: Muchos padres comienzan a crear un fondo de dinero para el futuro de sus hijos. Este dinero puede servir para gastos de infancia o, lo más común, para su educación y estudios. También hay muchos padres que lo hacen con el objetivo de darle un colchón a sus hijos cuando salgan al mercado laboral.
  • Ahorros para un objetivo: Está la posibilidad de ahorrar para un objetivo definido, una meta que fijamos y para la cual necesitamos un dinero específico. Por ejemplo, dar la entrada para una vivienda, comprar un coche o realizar el viaje de tus sueños. Según este objetivo tendremos que hacer una previsión del coste total y de lo que podemos guardar mes a mes.
  • Ahorros para la jubilación: Aunque en la actualidad nuestro país dispone de un sistema de pensiones en función de los impuestos que pagamos durante nuestra vida laboral, hay muchas personas que también quieren ahorrar un extra de cara a la jubilación para ser previsoras. En este caso, mes a mes se ahorrará una pequeña cantidad para que en el momento de la jubilación se tenga una cantidad considerable y se pueda vivir mejor.

¿Cuál es la diferencia entre ahorro e inversión?

Hay muchas personas que en lugar de ahorrar hablan de invertir. En terminología económica, la inversión es un método de ahorro en el que cambiamos los recursos económicos adicionales por bienes cuyo valor se mantenga o incluso se incremente con el tiempo, por ejemplo, propiedades, acciones u otros instrumentos financieros.

Estos bienes podrán volver a venderse en un futuro, generando dividendos, de modo que se recupera el dinero adicional y además se gana un extra. La inversión es una forma muy común de ahorrar entre las empresas y personas con mayor poder adquisitivo, ya que este dinero que se invierte permanece intocable durante un determinado periodo de tiempo.

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