Estas son las características y elementos clave que definen qué es la nuda propiedad en la herencia:
Separación de derechos sobre el bien
Como hemos mencionado, la nuda propiedad en una herencia implica una separación de derechos sobre un bien en
dos figuras diferentes. Por un lado, el nudo propietario y, por el otro, el usufructuario.
Además de en una herencia, esta división de derechos puede surgir en otras situaciones. Por ejemplo, una donación o, incluso, por medio de un acuerdo contractual.
Necesidad de un documento legal
Es importante tener en cuenta que el establecimiento de la nuda propiedad requiere una redacción clara y precisa en los documentos legales correspondientes.
La nuda propiedad en la herencia se establece mediante el testamento. En estos casos, el propietario original (testador) puede decidir transmitir la propiedad del bien al nudo propietario, pero retener el usufructo durante su vida o por un período de tiempo determinado.
La nuda propiedad puede estar repartida
La
nuda propiedad en una herencia puede quedar en varias manos, bajo unos porcentajes de distribución concretos.
Esos porcentajes pueden ser negociados para liquidar algunos de estos a favor de solo una persona. Esta será quien concentre la propiedad plena en un futuro.
De la misma manera, el usufructo también puede recaer en varias personas. Estas tendrán derecho al uso y disfrute del bien si queda establecido así en la voluntad de una herencia.
Si el usufructo es vitalicio, entonces habría que esperar a que todos los usufructuarios fallezcan para tener la plena propiedad.
¿Se puede heredar la nuda propiedad?
La
nuda propiedad puede heredarse. Cuando se hereda, se mantienen las mismas condiciones con las que contaba el nudo propietario que ha fallecido. Eso supone que conserva la propiedad del bien, pero no su uso y disfrute.
Por su parte, el usufructo no se puede heredar. Según establece la ley, el derecho al usufructo finaliza con el fallecimiento del usufructuario. Tras esto, el nudo propietario pasa a poseer el dominio pleno del bien. Por ejemplo, la vivienda. Eso significa que ya no solo es propietario, sino que también puede usarla y disfrutarla como le convenga.
Todo ello implica que el usufructo no se pueda dejar en un testamento como herencia a un descendiente, ya que la propiedad no es del usufructuario. No puede conceder a nadie su uso post mortem.
Entender qué es la nuda propiedad en una herencia implica una parte relevante de comprender los derechos y responsabilidades tanto del nudo propietario como del usufructuario para evitar malentendidos y conflictos en el futuro.