¿En qué consiste un seguro de vida?
Un seguro de vida riesgo es una póliza que se compra para proteger económicamente a nuestros familiares en el caso de que algo nos suceda. Es un producto que cubre principalmente el fallecimiento del asegurado, aunque se pueden añadir otras garantías como son la enfermedad grave o la incapacidad permanente.
Dentro de estos, destaca el seguro de vida temporal o a término. Un producto asequible que cubre los riesgos contratados durante un tiempo específico, entre 10 y 30 años. Tras ese periodo, ya no estarás cubierto. Las primas, es decir, el precio, de este tipo de pólizas suelen tener precios bajos, ya que el riesgo de fallecer en edades tempranas no es alto.
¿Cómo funciona un seguro de vida?
El funcionamiento de un seguro de vida es muy sencillo. Este producto es un acuerdo entre una aseguradora y una persona, el tomador o asegurado. En este pacto, la aseguradora se compromete a pagar una cantidad de dinero (indemnización) a los beneficiarios (personas, normalmente familiares, elegidas por el tomador de la póliza) en el caso de que el asegurado fallezca.
Para ello, el asegurado debe cumplir con la obligación del pago de unas primas, establecidas en el contrato de seguro. Además del fallecimiento, se pueden cubrir otras garantías como la incapacidad permanente, una enfermedad grave o doble y triple capital si el fallecimiento es causado por un accidente. Cuantas más coberturas añadas a tu póliza, más altas serán las primas que tengas que pagar.
El contrato de un seguro de vida
El contrato del seguro de vida es anual y se va renovando anualmente de forma automática. En esta renovación, el precio suele subir un poco, ya que el precio del seguro depende de la edad del asegurado.
El objetivo de este producto es apoyar a tu familia económicamente. Si tú falleces y no reciben tus ingresos, es posible que no puedan mantener su calidad de vida y su situación económica se desestabilice. La indemnización les ayudará a cubrir todos sus gastos durante varios años.
En el caso de que quedes incapacitado para seguir trabajando, un seguro de vida te permitirá tener una cantidad de dinero para seguir pagando todos tus gastos y los de tu familia. Así, aunque dejes de recibir tu sueldo, podréis disponer de una cantidad de dinero para manteneros.
¿Cuánto se cobra por un seguro de vida?
La indemnización que reciben los beneficiarios del seguro de vida, depende de la cantidad contratada por el asegurado. Este dinero, que se pacta en el contrato, es lo que se conoce como capital asegurado. Si hay un único beneficiario, este cobrará la indemnización completa. En el caso de haber varios, se repartirá equitativamente, a no ser que estén establecidos los porcentajes en el contrato. (¿Quién es el beneficiario?) Debes tener en cuenta que cuanto más dinero asegures más caras serán las primas que debes pagar.
Sin embargo, no pienses solo en el precio de las primas a la hora de elegir el capital asegurado. Es necesario que tengas en cuenta los ingresos y gastos de tu familia. Para hacer un cálculo aproximado, multiplica tus ingresos anuales por el número de años que crees que tus seres queridos necesitarán un apoyo económico. Lo recomendable es que asegures entre 5 a 10 veces tu sueldo anual. Por ejemplo, si cobras 30.000 € y crees que tu familia necesitará 7 años de protección. Multiplica el 30.000 por 7. Así, tu capital asegurado debería ser 210.000 €.
¿Merece la pena un seguro de vida?
Siendo joven, es muy normal no querer pensar en que algo malo te va a suceder. Sin embargo, es importante tener en cuenta todas las posibilidades. Un seguro de vida está pensado para proteger a tu familia si algo malo te sucede. Si tienes personas a tu cargo y eres su fuente principal de ingresos, un seguro de vida será un apoyo muy importante si tú faltas para cuidarlos o quedas incapacitado para trabajar.
Pero no solo es útil para estos casos. Si vives solo y nada más cuentas con tu sueldo para vivir, si quedases incapacitado, el seguro de vida podría ayudarte a mantener tu nivel de vida durante varios años, sin problema. Por tanto, la respuesta es que sí merece la pena un seguro de vida. Este producto puede ayudarte en diferentes situaciones. Si quieres saber más, te contamos para qué sirve un seguro de vida.