En qué consiste la declaración trimestral de los autónomos
Una persona que vive más de 183 días al año en España se convierte en lo conocido como “residente fiscal”. Eso significa que tendrá que pagar impuestos sobre las rentas mundiales, es decir, sobre los ingresos que la persona genere en España y en otro país del mundo. Por ese motivo, el residente fiscal debe seguir todas las obligaciones que el año fiscal español exige.
Dicho esto, un año fiscal en nuestro país se corresponde con un año natural, siendo de enero a diciembre. Teniendo esto en cuenta, todo trabajador dado de alta como autónomo debe presentar varias declaraciones cada tres meses: en enero, abril, en julio y en octubre. Además, debe realizar otras declaraciones extra de manera anual.
De esta manera, centrándonos en la declaración trimestral de autónomos, se puede definir como una acción que deben realizar los trabajadores por cuenta propia cada tres meses. Con ello, estarán cumpliendo, ante la Agencia Tributaria, con sus obligaciones fiscales.
Pero el tema no se termina aquí, pues los autónomos tienen que presentar unos modelos fiscales donde declarar determinados impuestos, así como las retenciones e ingresos a cuenta si los hubiese.
¿Qué impuestos paga un autónomo?
En España, los autónomos están obligados a pagar los siguientes impuestos:
- El IRPF que grava sobre los ingresos que genera. Se paga un 20% sobre la cantidad neta o beneficio.
- El IVA, que será el 21% extra (IVA general) que añade al precio de sus servicios o productos en las facturas.
- Si opera como empresa tendrá que pagar también el Impuesto de Sociedades.
Por lo tanto, las declaraciones trimestrales que debe presentar un autónomo son tres:
- La declaración trimestral del IVA.
- La declaración trimestral del IRPF.
- Por último, la declaración trimestral de retenciones e ingresos a cuenta, si se han llevado a cabo.