¿Qué es la planificación financiera?
La planificación financiera es un proceso personalizado y detallado que tiene como finalidad conseguir unos objetivos financieros a través de varios recursos y herramientas. Además, es una estrategia que se define en unos plazos de tiempo, muy importantes, y en la que también hay que tener en cuenta los costes.
De este modo, estamos intentando garantizar nuestros ahorros en el futuro y tener una base económica estable. Gracias a una buena planificación financiera podremos estimar la evolución de nuestros ingresos y la capacidad de ahorro y de gasto.
Hay que tener en cuenta que para planificarnos bien tenemos que ser capaces de saber cómo van a evolucionar nuestros ingresos en los próximos años y cómo van a hacerlo también nuestros gastos. Dependiendo de la etapa de nuestra vida en la que estemos, tendremos unos gastos u otros: estudiar, casarse, tener hijos, jubilarse y otros objetivos vitales futuros.
Claves para una buena planificación financiera
Para planificar bien las bases y evolución de nuestras finanzas, se recomiendan seguir cuatro fases o puntos clave que nos ayudarán a no perder de vista nuestros objetivos y seguir el proceso de forma sencilla. Estas fases deben observarse en cada una de las etapas de la vida financiera de una persona.
Pero antes de comenzar, tienes que hacer un análisis y saber muy bien en qué punto te encuentras. Conocer muy bien cuáles son tus ingresos y cuáles tus gastos, así sabrás de qué presupuesto financiero dispones y cuál es tu situación en el presente. Una vez tengas claro esa parte, ya puedes comenzar con estos pasos.
Pensar en el futuro y en las situaciones que pueden dar es algo que debemos hacer. Estar preparado si algo sucede puede marcar la diferencia para tus familiares. Con productos como los seguros de vida, tendrás para tu familia un colchón económico si algo te ocurre.
Fija unos objetivos claros
Tienes que saber cuáles son tus objetivos o metas de los próximos años, con la finalidad de que tu planificación financiera tenga una recompensa. Por ello, hay que saber para qué queremos nuestro dinero, siempre teniendo en cuenta nuestra capacidad económica.
No hay que perder de vista nuestra situación y hasta donde podemos llegar y basándonos en eso establecer nuestros objetivos y metas de los próximos años. En función de eso, nuestros objetivos y capacidad económica, necesitaremos más o menos tiempo. Aunque ten en cuenta que siempre habrá objetivos a corto, medio y largo plazo.
Definir los plazos para cada objetivo
Esta es la siguiente fase de nuestro proceso de planificación financiera. En función del tipo de objetivo y de nuestra capacidad, estableceremos unos plazos u otros. Por ejemplo, no es lo mismo ahorrar para un viaje que para la entrada de un piso o para un plan de pensiones.
El éxito de una buena planificación va a residir en saber organizar los ahorros que tengamos para atender esos objetivos, sabiendo qué cantidades debemos asignar a cada uno dependiendo de nuestras prioridades.
Materializar el presupuesto financiero
Cuando ya sabemos qué vamos a hacer y en qué plazo de tiempo, tenemos que realizar un presupuesto y verlo materializado sobre el papel. Aquí tendremos que reflejar:
- Acciones previstas.
- Costes o gastos de cada una de ellas.
- Márgenes en el presupuesto para posibles imprevistos.
De este modo, veremos de manera más real cuáles son nuestros ingresos, cuáles nuestros y qué ahorro queremos hacer. En caso de que tus objetivos no se adapten a la realidad, tendrás que gastar menos o buscar mayores ingresos.
Medir continuamente
Monitorizar nuestras decisiones financieras será clave para saber si hemos elegido la estrategia adecuada o si necesitamos llevar a cabo algunas correcciones en nuestra planificación financiera.
Uno de los grandes errores es desviar fondos destinados a objetivos a largo plazo para cumplir otros a medio o corto plazo, así como no tener en cuenta el saldo vivo pendiente en caso de tener préstamos personales. Y por ello, es muy importante medir y controlar el presupuesto, para no olvidar el objetivo de nuestra planificación financiera y no arrepentirnos en un futuro.
¿Por qué es importante la planificación financiera?
Pero, por qué es fundamental una buena planificación financiera. Si sentar las bases de tu economía personal y tener objetivos a corto, medio y largo para mejorar tu futuro financiero no te parecen razones suficientes, aquí te dejamos algunas más por las que una buena planificación financiera es tan fundamental.
- Mejorarás en la toma de decisiones frente a gastos inesperados o caprichos innecesarios. Si tienes muy claros tus objetivos te apartarás de otro tipo estímulos que puedan perjudicar tus finanzas.
- Tendrás una buena perspectiva de tu situación y presupuesto financiero, así como las posibilidades reales que tienes para el futuro, según el coste del nivel de vida.
- Podrás visualizar tu futuro, sobre todo a corto y medio plazo, y actuar mejor en caso de que haya algún factor imprevisto.
Planificación financiera familiar
La planificación financiera familiar es muy similar a la personal. Al final se trata de la elaboración de tu plan o estrategia, organizada, detallada y ajustada a tu familia, para poder alcanzar ciertos objetivos que previamente habéis determinado.
Para ello también tendrás que definir los plazos, a corto, medio o largo, los costes que habrá durante ese tiempo y qué recursos serán necesarios para conseguir vuestros objetivos.
Para poder tener una planificación financiera familiar exitosa, tendrás que controlar dos puntos clave relacionados con el dinero:
- Los ingresos y gastos comunes que tenemos de forma habitual cada mes.
- Cuando se producen los cobros o pagos más recurrentes, es decir, los gastos que afectan a nuestro fondo familiar y cuándo se producen.
Por ejemplo, no serán lo mismo los cobros que se produzcan a final de mes, que los que se hagan al comienzo. Además, hay gastos, como las tarjetas de crédito, cuyo recibo no lo ves hasta final de mes.
Es muy importante en nuestra planificación financiera familiar conocer y gestionar bien el presupuesto. Qué fondos hay disponibles, cuáles son los gastos habituales, cuáles pueden venir de improviso y tener también un colchón de emergencia.