Aceptación de herencia, ¿qué opciones hay?

aceptación de una hererencia

La aceptación de herencia es un proceso legal que se da cuando una persona que fallece ha dejado bienes y activos a sus herederos. No obstante, dicho proceso puede ser algo complejo, además de suponer la toma de decisiones importantes. En el momento de aceptar una herencia, se puede escoger entre diferentes opciones. Además, serán varios los factores que se deberán considerar a la hora de tomar la mejor decisión ante este proceso. Por ello, lo ideal es contar con la ayuda de un profesional que pueda asesorarte en todo momento y conocer los puntos más cruciales.

¿Qué es la aceptación de herencia?

La aceptación de herencia es aquel proceso legal mediante el cual una persona, que se conoce como heredera, acepta de manera formal los bienes y activos que le han sido dejados en herencia por parte de un fallecido (causante).

La normativa que se encarga de regular este acto es el Código Civil, concretamente, en los artículos 988 a 1034.


Aquellas personas que sean llamadas a recibir una herencia pueden decidir:

  • Aceptarla
  • Rechazarla (repudiarla).

En cualquiera de los casos, se trata de actos libres y voluntarios.

Eso sí, cuando se acepta una herencia, se acepta por completo. No se puede aceptar una parte y rechazar otra. Por ejemplo, se heredan también las deudas, no se pueden dejar de lado.

Diferencia entre aceptación de herencia y reparto de bienes hereditarios

Dado que es muy habitual confundir una aceptación de herencia con el reparto de los bienes hereditarios, es esencial conocer las diferencias entre ambos actos. Es cierto que están relacionados entre sí, pero no son lo mismo.

  • La principal diferencia es que para que haya un reparto de bienes, primero se tiene que aceptar la herencia.
  • Dicha aceptación, es un acto individual y no requiere de la intervención de los demás coherederos. Cuando una persona acepta la herencia, esta adquiere la condición de heredera, pero no es titular de ningún bien del caudal hereditario.
  • Si la acepta, el heredero pasa a formar parte del patrimonio hereditario, que comprende bienes, derechos y deudas del fallecido.
  • Una vez se conoce cuáles son todos los herederos que han aceptado, tiene lugar el reparto de la herencia. Este es el acto por el cual dichos herederos se reparten los bienes conformantes del caudal hereditario. De esta manera adquieren su propiedad.

Para la partición, a diferencia de la aceptación, sí se requiere que intervengan todos los herederos.

Opciones de aceptación de herencia

Una aceptación de herencia brinda diferentes opciones legales para los herederos, pero cada una de esas variantes cuenta con sus propias consecuencias e implicaciones.

Veamos las formas que tiene un heredero de aceptar la herencia:

Aceptación pura y simple

La aceptación pura y simple supone asumir la herencia en su totalidad. Eso incluye tanto los bienes y activos, como las deudas y obligaciones vinculadas.

Si se escoge esta opción, el heredero se convierte en el propietario legal de todos los bienes y activos heredados y, a la vez, asume la responsabilidad de administrar y liquidar la herencia. Ver regulación aplicable en el BOE.

Una aceptación pura y simple puede ser:

  • Expresa: se puede hacer de forma verbal o por escrito, por medio de un documento privado o público.
  • Tácita: se realiza mediante actos que implican necesariamente la voluntad de aceptar o que no se podrían realizar sino con la cualidad de heredero.

En caso de que hubiese deudas heredadas, si estas superasen el valor de los activos heredados, el heredero podría verse en una situación de deuda y pérdida financiera, ya que podría tener que llegar a responder ante ellas con sus propios bienes.

Por tanto, antes de elegir esta opción, es esencial evaluar cuidadosamente la situación económica personal y el valor total de la herencia.

Aceptación a beneficio de inventario

Aceptar la herencia a beneficio de inventario es una posibilidad que permite al heredero hacer la aceptación de la herencia, pero limitando su responsabilidad solo a los bienes y activos heredados.

Con esta opción, el heredero no asumirá las deudas y obligaciones del causante más allá del valor de los activos que herede.

Eso significa que el heredero no se verá afectado personalmente en caso de que las deudas del causante superasen el valor de los activos y bienes heredados. La razón es que los acreedores solo podrán reclamar esos bienes y activos para cubrirlas.

Al aceptar la herencia a beneficio de inventario, los herederos tendrán una protección financiera mayor. Esto puede ser muy ventajoso cuando se sospecha que existen deudas considerables en la herencia.


Consecuencias de aceptar una herencia

La consecuencia principal de la aceptación de herencia es la sucesión del heredero en todos los bienes, derechos y obligaciones del fallecido.

El patrimonio del causante y el del heredero pasan a ser uno solo. Únicamente en el caso de aceptar la herencia a beneficio de inventario, el heredero estará obligado a pagar las deudas de la herencia hasta donde alcancen los bienes de la misma.

¿Quién tiene capacidad para la aceptación de una herencia?

Para proceder a la aceptación de herencia, los herederos deben tener la libre disposición de sus bienes. Es decir, contar con la capacidad plena de obrar.

Eso significa que cuando haya herederos que carezcan de capacidad de obrar, serán sus representantes legales quienes tendrán que aceptar la herencia en su nombre. Por su parte, quienes tengan capacidad de obrar incompleta, necesitarán el complemento de capacidad apropiado. ¿Puede un padre disponer de los bienes de sus hijos?

  • En caso de que los herederos sean menores de edad sujetos a patria potestad o a tutela, será el titular de la patria potestad o tutor quien podrá aceptar la herencia a beneficio de inventario en su nombre. Para la aceptación pura y simple se requerirá una autorización judicial.
  • En el caso de los menores emancipados podrán aceptar la herencia a beneficio de inventario, pero para la aceptación pura y simple necesitarán que sus representantes legales les den el consentimiento.

Factores a considerar en la aceptación de herencia

A la hora de tomar la decisión adecuada respecto a la aceptación de herencia, lo mejor es hacer un análisis detallado de varios factores. Los más claves son:

  • La situación financiera personal.
  • El valor de los bienes y activos heredados.
  • Las deudas y obligaciones que tuviese la herencia.
  • Las relaciones familiares existentes.
  • Implicaciones fiscales.
  • Los costos legales y administrativos.
  • El dinero a recibir es de una herencia que proviene del extranjero.

Hecho este análisis, será más sencillo tomar la decisión acertada.

Proceso para la aceptación de una herencia

De forma general, los pasos que conforman el procedimiento de la aceptación de una herencia son:

  1. Obtención del certificado de defunción.
  2. Solicitud del certificado de últimas voluntades y los contratos de seguros.
  3. Comprobación de la existencia de testamento y solicitud al notario de una copia autorizada.
  4. Realización del inventario de bienes y deudas.
  5. Evaluación de los aspectos financieros, legales y familiares para tomar una decisión fundamentada.
  6. Comunicación con otros herederos. En caso de existir varios herederos, es importante comunicarse y discutir las opciones de aceptación de herencia para llegar a un consenso.
  7. Notificación legal. Es necesario notificar formalmente la renuncia de la herencia, en caso de darse.
  8. Administración y liquidación de la herencia. En caso de aceptar la herencia, el heredero debe encargarse de la administración y liquidación de los bienes y activos, así como del pago de las deudas y obligaciones.
  9. Pago del Impuesto de Sucesiones, salvo que se trate de uno de los supuestos en los que se contemple una exención.

Las comunidades autónomas son las encargadas de gestionar el impuesto. Por ello, hay variaciones entre las cuantías a pagar en unas y otras, puesto que las bonificaciones y reducciones que aplican son diferentes.

¿Se puede renunciar a la herencia?

Sí, se puede. Por tanto, además de la aceptación pura y simple y de poder aceptar la herencia a beneficio de inventario, también existe otra posibilidad: renunciar a la herencia.

Si se renuncia a una herencia, el heredero rechaza sus derechos y beneficios sobre los bienes y activos dejados por el causante, pero también se desentiende de cualquier responsabilidad, incluyendo las deudas.

Circunstancias por las que rechazar la herencia

Pueden darse diferentes circunstancias por las que un heredero decida rechazar la herencia. Por ejemplo:

  • Cuando las deudas son muy elevadas y superan el valor de los activos. En estos casos, la renuncia puede significar una protección para el heredero ante posibles problemas financieros.
  • Cuando hay conflictos familiares o disputas legales vinculadas a la herencia, repudiar la herencia podría ser una opción adecuada.
  • También se pueden renunciar a la herencia si el heredero no está interesado en los bienes a heredar.

En caso de no querer aceptar la herencia, será necesario presentar escritura pública ante notario para dejar constancia de que se rechaza.


No obstante, es importante tener en cuenta que hay consecuencias de la no aceptación de la herencia.

Consecuencias de la no aceptación de la herencia

Las consecuencias de la no aceptación de herencia son varias y pueden variar en función de las circunstancias específicas de cada caso y de la jurisdicción.

  • Pérdida de derechos sucesorios. Cuando se renuncia a una herencia, el heredero pierde todos los derechos sucesorios sobre los bienes y activos dejados por el fallecido. Esto implica que no podrá reclamar ni disponer de ningún aspecto de la herencia (cuentas bancarias, propiedades, inversiones, otros activos, etc.).
  • Pérdida de beneficios económicos. La renuncia a una herencia implica que el heredero no recibirá ningún beneficio económico que pudiese provenir de la herencia. Por ejemplo, ahorros, ingresos generados por los bienes heredados, propiedades, activos financieros, etc.
  • Distribución de la herencia entre los otros herederos. Otra de las consecuencias de la no aceptación de la herencia es que la parte del heredero que la rechaza puede ser distribuida entre los demás herederos. Esto se haría conforme a las disposiciones legales o testamentarias aplicables. Todo ello podría alterar la distribución prevista y puede generar disputas o conflictos familiares.
  • Sin responsabilidad ante deudas y obligaciones. Cuando se renuncia a una herencia, el heredero no solo pierde los beneficios económicos, sino que también se libera de la responsabilidad de pagar las deudas y obligaciones del causante. Sin embargo, en caso de haberlas, se repartirían entre los demás herederos y, en algunos casos, los acreedores podrían intentar reclamárselas.
  • Implicaciones fiscales. Otra de las consecuencias de la no aceptación de la herencia es que ello puede suponer implicaciones fiscales, al afectar a los impuestos sobre la herencia y otros relacionados.

Como ves, la aceptación de herencia conlleva responsabilidades y consecuencias legales y financieras a largo plazo. Por ello, tomar una decisión informada y adecuada es fundamental tanto para aceptarla como para rechazarla.

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