El fallecimiento de un ser querido es un momento verdaderamente duro. Sin embargo, una vez se empieza a asimilar esa pérdida pueden surgir ciertas dudas, como por ejemplo, si esa persona había hecho testamento. Para conocer esta respuesta existe lo que se llama certificado de últimas voluntades.
Certificado de últimas voluntades: por qué es tan importante
A la hora de iniciar la tramitación de una herencia, el primer paso es conocer si la persona fallecida había dejado escrito su testamento.Si se desconoce este hecho, el documento que podrá aclararlo será el certificado de últimas voluntades. Por tanto, este es imprescindible ante cualquier sucesión.
- ¿Qué es el certificado de últimas voluntades?
- ¿Para qué sirve el certificado de últimas voluntades?
- ¿Cuándo se puede solicitar el certificado de últimas voluntades?
- ¿Cómo solicitar el certificado de últimas voluntades?
- Qué hacer una vez se obtiene el certificado de últimas voluntades
¿Qué es el certificado de últimas voluntades?
El certificado de últimas voluntades es un documento que confirma si una persona ha dispuesto testamento o no. También ante qué notario lo ha hecho y cuál es el testamento válido, en caso de que se hubiesen emitido varios.Esta última cuestión es muy importante, ya que aunque los herederos sepan que la persona fallecida había hecho testamento, incluso tener una copia del mismo, podría ocurrir que exista otro posterior del que no tienen conocimiento. El válido será aquel que se otorgó en la fecha más cercana a la defunción. Esto es algo que se indicará en el certificado de últimas voluntades.
A pesar de que no se trata de un documento muy conocido, este certificado posee una gran relevancia a la hora de iniciar los trámites para poder recibir el legado de una persona fallecida. El mismo agiliza bastante todo el proceso para acudir a la oficina correspondiente con el fin de obtener una copia del testamento.
Además, es imprescindible para realizar cualquier acto sucesorio.
Diferencia entre certificado de últimas voluntades y testamento
Un testamento es un escrito donde las personas pueden dejar dispuestas la relación de sus bienes y a dónde deben destinarse estos una vez fallezcan.La edad mínima para realizar un testamento es de 14 años. A partir de ahí se puede realizar en cualquier momento, siempre y cuando la persona no esté incapacitada por un juez mediante una sentencia judicial.
Por su parte, el certificado de últimas voluntades es un documento que solo se puede emitir tras el fallecimiento.
Visto qué es el certificado de últimas voluntades y qué diferencia tiene con el testamento, veamos qué contiene este y, por tanto, para qué sirve.