Rentabilidad de un plan de jubilación
Al igual que ocurre con los planes de pensiones, estos planes se sustentan de las aportaciones que el titular va haciendo, ya sea puntual o periódicamente.
Estas aportaciones están sujetas a un interés, el cual es conocido a la hora de firmar el plan de jubilación, algo que no ocurre con la mayoría de planes de pensiones (salvo un plan de pensiones garantizado).
Otro dato interesante es que los planes de jubilación pueden rescatarse en cualquier momento, estando sujeto a las condiciones firmadas en el contrato.
Fiscalidad del plan de jubilación
La fiscalidad de los planes de jubilación no es tan ventajosa como la del plan de pensiones. En este caso, las aportaciones que se hagan no son deducibles
A la hora de rescatar el plan de jubilación, las retenciones serán las mismas que las del plan de pensiones.
Diferencia entre plan de pensiones y plan de jubilación
Ahora que ya sabes cómo funciona un plan de pensiones y uno de jubilación, vamos a enumerar las diferencias entre ambos. Toma nota:
Naturaleza
El plan de pensiones es un producto financiero, pues lo gestiona un banco. En cambio, un plan de jubilación se trata de un tipo de seguro de ahorro que lo gestiona una compañía de seguros.
Rentabilidad
En los planes de pensiones, la rentabilidad es variable. Esto significa que se puede asumir mayores riesgos para obtener más rentabilidad. En cambio, el plan de jubilación no tiene riesgo, por lo que su rentabilidad es baja.
Fiscalidad
Como ya has podido deducir, en los planes de pensiones se pueden desgravar las aportaciones, lo que supone un punto muy a favor para muchos contribuyentes. En cambio, un plan de jubilación tiene ningún beneficio fiscal en este aspecto.
Liquidez
A la hora de rescatar un plan de pensiones, hay que cumplir con las contingencias que marca la ley, mientras que el plan de jubilación se puede rescatar en cualquier momento.
Cuándo elegir entre un plan de pensiones y uno de jubilación
Ahora que ya conoces las características de cada uno de estos productos, es momento de decidir cuál es el que más te conviene.
Por ello, como sabemos que es una decisión complicada, te mostramos dos ejemplos de situaciones habituales en los que dos perfiles de personas diferentes buscan un plan de ahorros para el futuro. Con ellos, te queremos enseñar cuál consideramos que sería la decisión a tomar más acertada.
Ejemplo: Funcionario con una buena pensión pública elevada tras la jubilación
Tras años trabajando en el sector público español, consideramos que la mejor opción, en caso de querer unos ahorros extra para el futuro, es un [plan de pensiones] de renta variable.
La pensión pública ya es suficiente para vivir de forma cómoda y asumir cierto riesgo para un beneficio alto, por lo que merece la pena en esta situación. En caso de que los intereses caigan y los beneficios obtenidos sean más bajos de los esperados, la pensión pública asegurada actúa como respaldo.
Ejemplo: Autónomo con cotización mínima a la Seguridad Social
Ser autónomo en España tiene sus ventajas, pero las desventajas son más notorias. Una de ellas es la baja pensión pública a la que tienen derecho tras la jubilación. Por lo que, en estos casos, creemos que un plan de jubilación es la mejor opción.
Dependiendo de tu situación económica durante tu vida laboral, podrás aportar más o menos al plan de jubilación, pero este te asegurará un interés fijo y sin riesgo para el momento de tu jubilación. Los beneficios obtenidos no serán tan altos como en otro plan de ahorros, pero, combinados con la pensión pública te permitirán disfrutar de una excelente jubilación.